¿Emocionante?




Recordarán el Proyecto Institucional del Jardín: “Salud y Bienestar”
Las siguientes son actividades sobre contenidos de Educación Emocional.

¿Qué les proponemos?
Escuchar el cuento: “Fernando furioso”

Este libro, además de su gran calidad literaria, nos da la posibilidad de abordar con las infancias el tema de las pataletas, aquí les damos algunas ideas para charlar, luego de escuchar la narración:
¿Por qué Fernando se puso tan furioso?
¿Alguna vez te sentiste de esa manera?
¿Qué cosas te hacen poner de mal humor?
Si pudieras entrar al libro ¿Cómo habrías ayudado a Fernando?
Si un día te sentís así de furioso ¿Cómo podría tu familia o yo ayudar a tranquilizarte?
¿Por qué crees que al final Fernando no se acordaba por qué se enojó? 
¿Te pasó algo así alguna vez?

Recuerden tomar nota de algunos comentarios de las infancias: aquellos que les resulten más interesantes, para retomar luego. 
No entiendan las preguntas como un cuestionario rígido. Solo tienen la intención de “orientar” el intercambio.

Propuestas para días siguientes:
Creación de un álbum de enojos: Invitar a los niños a dibujar las cosas que los hacen enojar. Será importante que el adulto que acompañe la propuesta escriba allí lo que el niño/a le diga que lo/a enoja. Podrán hacerlo en hojas sueltas, una libreta… lo que tengan a mano. Es importante que guarden lo que hagan, para que podamos utilizar estas producciones más adelante.
Teatro de títeres: Utilizando muñecos y peluches crear una situación de la vida diaria en la que algún personaje se enoje. Intervenir guiando el modo de encontrar una solución positiva a la situación dramatizada.
Cambio de roles a modo de juego dramático: El adulto es el niño y el niño es el adulto. Dramatizar una situación de enojo, similar a alguna situación que haya ocurrido en casa. A modo de ejemplo: cuando no quería dejar de usar el celular, cuando se molestó por tener que esperar que un adulto lo asista en algo que quería hacer, cuando exigió que le compraran una golosina, cuando no nos hizo caso y dejo todos sus juguetes tirados en el piso, cuando evitó por todos los medios ir a lavarse los dientes.
Verán que los ejemplos muestran situaciones de enojos de infancias y adultos. Pueden proponer la situación como un juego: ¿Jugamos a que yo eras vos ese día que….? (Utilizar recuerdos próximos, para que las infancias cuenten con “información fresca”)
Es muy interesante como ayudamos a pensar al otro cuando somos “su espejo” por un momento. Quizás esta propuesta ayude a que puedan ver una situación que fuera desagradable en un momento, como graciosa. Quizás sea la excusa para avanzar en diálogo y comenzar a ponerle palabras a lo que nos pasa. A lo que sentimos.
El Detective: Cada integrante de la familia tomará el rol de "detective". Será de gran ayuda utilizar un objeto para este personaje (un sombrero, anteojos, etc.) Quien comience siendo el detective intentará identificarán las cosas que hacen enojar al otro. Luego pasará ese objeto a otro, quien intentará descubrir lo mismo de los demás. Será valioso que alguien escriba la información que vaya surgiendo y que, estos enojos puedan colocarse en un lugar de casa, a la vista, para que todos puedan tenerlo en cuenta. Conversar después de jugar ayudará a pensar entre varios posibles maneras de resolver estas situaciones.

Otro texto para compartir…



Si necesitan ponerle un poco de ritmo a sus hogares….
¡Esta canción será más que oportuna!
“Santo Remedio” (Canticuénticos)


A escuchar y bailar!!!
¿Cómo llama la letra de la canción al “enojo”?
Prueben de volver a escucharla cuando sientan aburrimiento, enojo o fastidio. 
Cantar y bailar hace muuuuy bien!!!

Sugerencias para las familias: recursos en situaciones cotidianas.
1. Para y cuenta hasta 10: enseña a tu hijo/a a contar hasta diez. Este simple ejercicio lo ayudará a distraerse y calmar su mente.
2. ¡Aire! Respira profundamente: decile que respire profundamente cuando se enoje. Respirar profundamente es muy simple, basta inhalar por la nariz y exhalar el aire por la boca. Con los más pequeños… podremos proponerles inflar un globo invisible, acompañando la acción con gestos de nuestras manos abriéndose. 
Ese “globo” podrá reventarse aplaudiendo fuerte… y habrá que inflar otro.
La respiración profunda tiene el poder de calmar nuestros cuerpos y mentes.
3. Pensar en lo que te está sucediendo. Ayuda a identificar el sentimiento 
que está experimentando. 
Bríndale palabras utiliza la frase “Me siento ..… porque ……, invitando a que complete la oración (Ejemplo: “Me siento enojado … porque no me gusta ordenar mi pieza”). Nombrar la emoción es el primer paso... para poder intentar manejarla.
4. Aléjate y “toma un descanso” si el enojo todavía es intenso, 
enseña a tu hijo/a a “Tomar un descanso”.
Tomar un descanso ayudará a alejarse por un momento del lugar, actividad o  persona que está causando o aumentando la sensación de enojo. Durante el “descanso”, podrás  proponerle repetir alguno de los pasos anteriores, o hacer algo para distraerse: 
escuchar música, dibujar, jugar con sus juguetes o mirar la tele.
¡Ya nos contarán que les funcionó mejor en enojos de infancias y adultos!